Cuando un viajero o ciudadano de a pie pierde una pertenencia y no logra recuperarla, suele comprar un objeto sustitutivo para reemplazar lo perdido. Los recursos minerales, hídricos y la huella de carbono de producir y transportar dicho objeto es precisamente lo que en Foundspot ayudamos a evitar.
El ahorro en la huella de carbono de las organizaciones que gestionan objetos perdidos siempre ha sido un hecho que hemos considerado importante. Es ahora, que hemos realizado un estudio exhaustivo y completo del impacto, cuando hemos logrado conocer con precisión esas cifras y ponerlas en valor.
Una aerolínea de relevancia significativa evita la emisión de 860 toneladas de CO2 al año con una buena gestión de objetos perdidos. ¡Esto equivale al CO2 que absorbe un bosque maduro de 43.000 árboles al año! Un bosque más del doble de grande que El Retiro de Madrid o casi el doble del Central Park de Nueva York.
Para hacerte una idea, es la misma huella…¡que si te fueras de Madrid a Lisboa en avión 8.600 veces!
Si ponemos nuestra atención en las ciudades, un municipio de unos 100.000 habitantes que gestiona los objetos perdidos, ahorra al año 21.000 kg de CO2. Esta cifra es la equivalente al CO2 que absorbe un bosque maduro de 1.100 árboles.
La huella de carbono que ahorra una organización depende en gran medida del volumen de objetos que se gestionan, pero afecta también mucho la tipología de los objetos. No es lo mismo la huella de carbono que ahorramos al devolver al propietario de un teléfono móvil (65Kg CO2), que una Tablet (100kg CO2) o un libro (4,9Kg CO2).
Además de contribuir a dar felicidad a decenas de miles de olvidadizos contentos, es muy importante la labor del cálculo que hacemos a todos los clientes: aerolíneas, ayuntamientos, empresas de transporte, hoteles, etc. del ahorro en la huella de carbono para dar visibilidad a este impacto tan positivo para todos.
Y es que en Foundspot realizamos un informe anual a nuestros clientes en el que analizamos la huella de carbono que se evita con la gestión de objetos perdidos, ya sea en la devolución directa de las pertenencias olvidadas o en las donaciones de los objetos que no se logran devolver y se venden en mercadillos benéficos dándoles así una segunda vida útil.
Nos encanta y enorgullece poder formar parte de la solución para contribuir a la economía circular y al bienestar del planeta.
Gran fotografía de Brandon Montrone